jueves, 20 de junio de 2013

Amistad y tradición: una nueva sesión de la Asamblea de Majaras

Es tradición en la Asamblea de Majaras el respetar las costumbres. Todos los ritos de la reunión anual en Casa Leopoldo se respetan. Desde la cerveza previa para disfrutar de las vistas de Las Ramblas, hasta la parada y la explicación ante la placa dedicada al Noi del Sucre. Todo está más que pautado, porque de todos es bien sabido que este grupo de amigos gusta de repetir aquellos comportamientos que les reafirman sus lazos. Nosotros los respetaremos, pero romperemos una tradición. No daremos los nombres de los agentes presentes, porque en estos tiempos de zozobra y espionajes diversos, todo se acaba sabiendo. Y no queremos salpicar el buen nombre de nadie cuando alguno de los citados salga en algún sumario judicial como amante de la señora de Artur Mas o como palanganero en La França Xica.

Solo mencionar que por gentileza del anfitrión, la convocatoria de tan magna reunión se incrementó en dos nuevos miembros, que entraron como miembros de pleno derecho, con voz, voto y estómago satisfecho. Porque, como siempre, el yantar fue excelso, la bebida, inigualable, y la compañía… eso fue lo mejor. Porque entre manjares, o entre unas humildes migas, lo que importa es la amistad. Pero eso no quiere decir que renunciemos a la generosidad del homenajeado, que con su amabilidad infinita tiene el detalle de ofrecernos un festín a cambio de un puñado de Bonys, tigretones y brindis diversos. Por muchos años. Y que lo veamos y lo contemos.

Todo comenzó en una terraza al lado del Liceo, donde se admiró la belleza escultural del teatro lírico más importante de Itaca. Tras los piropos de rigor a tan bello edificio, la procesión de los majaras, sin Santo Cristo, pero con mucho penitente a cuestas, se encaminó hacia la Rambla del Raval, en la primera parada del Vía crucis nocturno de nuestros héroes. Tras la tradicional explicación sobre la muerte del Noi del Sucre ante su baldosa conmemorativa, en la que se añadieron, como cada año, nuevos matices, emprendieron la marcha hacia el templo taurino-gastronómico por excelencia de Barcelona.

Reconfortados por recuperar la mesa tradicional, después del cambio producido el año pasado, comenzó el baile de saludos a los camareros y personal de la casa, que mostraron su mejor sonrisa a la que sin duda han bautizado como la Banda de la Pantera Rosa, ante el monumental reparto de este pastelito entre los trabajadores de la casa cada temporada. Sorprendidos por la baja de una de las habituales, de la Europa del Este por más señas, nuestros protagonistas glosaron las virtudes del local ante la hija de la propietaria del mismo, que gustosa devolvió los piropos.

Aunque para salerosa, Doña Rosa, el auténtico espíritu del Templo, que departió más que nunca con la Asamblea de Majaras, y mostró a la concurrencia dos ‘tiburones’ más que frescos, fresquísimos, que fueron posteriormente devorados sin piedad por unos comensales dispuestos a seguir engordando en previsión de tiempos peores. En el comedor había una mesa ocupado por turistas de Mucho Ruso en Rusia, que disfrutaron de las ocurrencias de nuestros héroes, y que posteriormente se apuntaron al reparto de cromos y pastelitos. Y descubrieron que ni ensaladilla, ni vodka ni caviar, ni oso asado. No hay manjar como esos pastelitos de lustrosos colores y adictivos rellenos, sello de una generación que conoció tiempos mejores.

Y para recuperar los mejores años de nuestra mocedad, aquellos en los que se podía disfrutar de la estratosférica cantidad de tres canales de televisión, uno de los agentes roció al resto con el perfume de los limones del Caribe, ese perfume divino que nos recuerda aquellos primeros senos, y aquellas primeras ensoñaciones pensando en ellos. Con el aroma a Fa en los corazones y en las camisas, no se dejó ni una miga del abundante pica-pica que nos fue servido. No faltó el tradicional jamón de qualité, la coca con tomate y los calamares a la romana. Las camareras miraban curiosas a nuestros protagonistas. Algo había cambiado en la mesa. El aroma juvenil las había impresionado. Lástima no haber llevado un bote de Jacq’s, podía haber sido la oportunidad de haber colocado a los agentes libres y sin compromiso. Tomamos nota para el 2014.

Tampoco faltaron los imprescindibles discursos, en los que la amistad y las ganas de seguir disfrutando del jamón durante muchos años, fueron el hilo conductor de las intervenciones. Los más laureados, el que cada año escribe, lee y posteriormente envía por correo el agente que siempre la arma, y por muchos años, y el del homenajeado, que fue seguido del brindis más emotivo de la noche. El toque cultural vino de la mano de un recital de poemas refinados de una antología comprada en una gasolinera, libro que estaba entre los casetes de Tijeritas y los DVD de golfas zorronas buscan macho camionero.

El homenajeado recibió el regalo más preciado: un coqueto maletín de viaje relleno de las sustancias más deliciosas y adictivas existentes en la tierra. Si los yonquis descubrieran las virtudes de la Pantera Rosa y los Tigretones cambiarían la jeringuilla por el colesterol en vena. Hubo para todos, con una innovación que no pasó el exigente filtro de la Asamblea de Majaras. Los donettes con cubierta ‘Pantera Rosa’ no están a la altura de su hermana mayor. El personal del local disfrutó lo indecible con esas golosinas alimenticias que nos retrotraen a la primera infancia, cuando la máxima preocupación era que no te suspendieran matemáticas, que no te pusieran de portero o que no te rompieran la peonza en un duelo a muerte en O.K patio.

Tras los cafeses, los chupitos, y por culpa de los sucesivos gobiernos, de la ausencia de la sobremesa tabaquera en el local, nuestros héroes abandonaron el mítico local y dieron por inaugurada la temporada veraniega de terrazas en el engendro arquitectónico situada justo al lado. Una modernez llamada 360º por ser circular y garantizar un mareo absoluto al segundo gin-tonic. Pero el fresquito y las vistas fueron un digno colofón de otra velada inolvidable en la que la amistad, la generosidad y la gula fueron protagonistas.

sábado, 8 de junio de 2013

Ser perico

Los finales de Liga del Espanyol son de risa. O de pena.