miércoles, 1 de mayo de 2019

¿No querías caldo? ¡Pues toma dos tazas!

La afamada peña del Tigretón volvió a reunirse en Casa Leopoldo para homenajear de nuevo al generoso mecenas que eleva sus espíritus y, sobre todo, alimenta sus estómagos con todo tipo de ricos manjares. Porque nuestros héroes serán personas desinteresadas y de elevadas ideas, pero allá donde hay un plato sabroso, o una buena botella, aparecen de repente.

Y este año no hubo motivo para la queja, una comida de alto nivel, la mejor de los últimos años, bien regada con cava Torelló y tinto Muga, porque el homenajeado se merece lo mejor, sobre todo si el yantar y la bebida van de su cuenta. Los cánticos de amistad fueron este año aún más altos y claros, gracias a la concurrencia del acierto del chef con la puesta en común de dos noticias importantes en la historia del grupo.

La primera, también ligada al número "dos", es que nuestra peña de héroes sigue empeñada en reproducirse, para que sus patrones de conducta se extiendan en el tiempo de la mano de las nuevas generaciones de amantes de la bollería industrial. Ya había un "Martí I" entre los infantes y en unos meses habrá un "Martí II". Que no solo será el "Humano", será "el MegaHumano" dado que como herede las costumbres de su progenitor nada hay más humano que comer bien, costumbre que cumple a rajatabla.

El futuro progenitor, aunque no tenía obligación alguna, inició cierto rito de vasallaje al pedir al progenitor de Martí I si podía poner el nombre de Martí II a su retoño. Tras el beneplácito, y el posterior brindis, llegó la segunda gran noticia de la jornada.

Ya sabrán los habituales de las andanzas de la peña del Tigretón del rito que cada año celebran ante la placa del lugar en el que fue asesinado el sindicalista 'El Noi del Sucre', en la esquina de la calle Sant Rafael con la Rambla del Raval. El mecenas de la velada anunció que en el 2023, con motivo del centenario del crimen, y para honrar su memoria, sufragará no una comida en Casa Leopoldo, sino dos. Los vítores se escucharon hasta en Kuala Lumpur.

Otros momentos de interés de la velada fue el tradicional discurso emotivo del líder del sector Fondo Sur de la peña del Tigretón, que fue acogido con emoción por los presentes; la vuelta a la peña, tras una ausencia motivada por un retiro carnal y espiritual, de uno de sus integrantes más queridos y que el líder del sector cultural del grupo viniera absolutamente encorbatado y muy elegante tras protagonizar un acto de alto nivel.

Tras quitarse la corbata, dio el tradicional discurso ante la placa del Noi del Sucre, y dejó constancia que los integrantes de la peña del Tigretón son como el sindicalista, por el elevado nivel de azúcar [nota del traductor: 'Sucre' es 'azúcar' en catalán] de los productos de bollería industrial que dan nombre al grupo, y que fueron consumidos, una vez más, como postre junto al tradicional tortell de cabello de ángel.

Después de este chiste digno de Chiquito de la Calzada tras una indigestión de garbanzos, se vino arriba y volvió a emocionar a los presentes, un año más, recordando la valentía de un luchador que murió por sus ideas, y no como los políticos actuales que lo que hacen es engordar en sus poltronas.

Tras el posterior aplauso, y una copa en un bar musical que no tuvo mayor historia, la peña del Tigretón se desperdigó hasta la próxima convocatoria.

P.D: Fruto de mi memoria selectiva, que intenta borrar de mi mente todo lo relacionado con el running, el yoga y la leche de soja, dejé de lado un compromiso importante. La mayoría de la peña del Tigretón son de la quinta del 71 y varios de ellos se han comprometido, para celebrar sus bodas de Pantera Rosa, apuntarse a una maratón conjunta en el 2021. Hubo un intento de inmolación para defender el purismo de esta bella modalidad deportiva, pero quedó en conato. O quién sabe...