Vaya cutrez...

Mucha pasta y mucho poderío, pero la sala de actos del megacolegio de La Salle Bonanova no tiene aire acondicionado, y cuando se llena para un acto en época estival o pre-estival, se convierte en un horno. Parece un tostadero para más de ochocientas personas. El domingo por la tarde asistí a un festival de danza, y entre el calor, y que en algunos lavabos el chorro de agua que salía de los grifos era raquítico, aquello parecía el teatro de la Asociación de Pobres Damnificados de Etiopía Sur. ¡Venga curas, a gastarse la pasta, que luego dais una imagen de pena!