lunes, 2 de abril de 2012
La conexión eslovaca
La Asamblea de Majaras ha pasado de la "Operación tocar cuixa" a la "Eslovaquian Connection": durante la reunión anual del grupo en Casa Leopoldo, gentileza una vez más del Agente Vending, se estableció contacto con un grupo de unos veinte ciudadanos eslovacos, todos ellos de sexo masculino. Y durante la velada se produjo un elevado intercambio de fluídos entre ambos grupos, concretamente moscatel y recio orujo gallego.
Ante la ausencia de ninguna bella mujer del Este en la mesa colindante, ¿a qué se debió el establecer lazos, que incluso llevó a ambos grupos a entonar con un elevado timbre de voz la siempre universal melodía dedicada a la Abeja Maya? ¿Una crisis generalizada de los cuarenta entre nuestros héroes? No y mil veces no. Simplemente se ha producido una actualización de la "Operación tocar cuixa", consistente en intentar medrar y conseguir un pelotazo económico que retirara a todos sus integrantes.
Como la económica catalana e ibérica está como está, la Asamblea ha abierto sus fronteras mentales, con el siguiente razonamiento: "si estos eslovacos se están emborrachando de una manera tan notable en Casa Leopoldo en vez de en Los Toreros, es que son de posibles. A ver si alguno de ellos llega a Primer Ministro o a Alcalde de Bratislava y se acuerda de esos simpáticos y dicharacheros catalanes que les ofrecieron licores". El Agente Vending ha sembrado. Ahora sólo falta esperar recoger el fruto. De momento nuestros oídos sufrieron un agresivo repertorio de "turista del Este en Lloret destrozando todos los clásicos al norte del Danubio". Y al sur también, porque los cánticos poniendo en duda la hombría de José Mourinho estuvieron en el top 5 de sus hits.
El Agente Pirelli, en rigurosa exclusiva, informó de la últimas novedades en el mundo del automovilismo, mientras planificaba sus futuros viajes futbolísticos entre copa de vino blanco y de vino tinto. Aunque el consumo más elevado en esta materia estuvo a cargo del Agente Coutinho y el Agente Guanche, que en un mano a mano sin par consiguieron el principal objetivo de cualquier reunión de la Asamblea de Majaras: que no sobrara na de na.
El Agente Vilà d'Abadal, que parecía un poco ausente, planificó la inteligente Operation Tortell, que acabó con una ganancia del 33 % en el consumo de azúcar por parte del colectivo. Los aplausos y parabienes que recibió fueron unánimes, aunque fue el Agente Vending el que puso orden al solicitar la máxima transparencia en el asunto, para garantizar el buen nombre del grupo. El Agente Marathon Man consiguió imponer su tradicional templanza y no se dejó llevar por el notable consumo etílico de sus compañeros colindantes.
Antes de la entrega de los regalos, y tras un sinfín de brindis alabando la amistad y la generosidad del anfitrión, el siempre sabio Agente Guernica añoró aquellos tiempos de puro y humo en los que fumar tras una buena comida en mejor compañía era un gesto de inteligencia, y no una invitación a un delito contra la salud pública. Los chistes sobre fumar, todo tipo de cosas, fueron constantes a lo largo de la noche y se convirtieron en la segunda estrella de la velada. La primera, como no, fue el magnífico pescado a la plancha que disfrutamos.
Tras los lujosos regalos: un maletín con aroma a dinero (concretamente a oro negro en forma de alquitrán) repleto de ricos Bonys, Tigretones, Panteras Rosas y similares que fueron devorados por la Asamblea y compartidos con el simpático personal de tan prestigioso establecimiento) y una petaca de Jameson con su botella adjunta, idéntica a la que disfruta el gran Joan de Sagarra, la Asamblea encaminó sus pasos por la oscuridad de la Barcelona canalla.
Bueno, no mintamos, la oscuridad no era por el "canalleo" ciudadano. Simplemente el Ayuntamiento no habría pagado la luz, o el empalme de algún okupa que creía en el ahorro propio, y la factura ajena, estalló. Pero la ausencia de alumbrado público duró hasta que nuestros anti-héroes entraron en The Quiet Man, pub en el que intentaron boicotear con su actitud nada versallesca el concierto unplugged de unos pringaetes que aspiraban a triunfar en Youtube grabando su actuación.
Sólo consiguieron una reprimenda por parte de la gerencia del local, y beber unos cuantos chupitos de Jameson y combinados diversos. Y tras los últimos juramentos de amistad y lealtad el grupo se dispersó hasta la próxima convocatoria, que si la autoridad lo dispone y el buen tiempo lo permite, lo contaremos aquí mismo.
Ante la ausencia de ninguna bella mujer del Este en la mesa colindante, ¿a qué se debió el establecer lazos, que incluso llevó a ambos grupos a entonar con un elevado timbre de voz la siempre universal melodía dedicada a la Abeja Maya? ¿Una crisis generalizada de los cuarenta entre nuestros héroes? No y mil veces no. Simplemente se ha producido una actualización de la "Operación tocar cuixa", consistente en intentar medrar y conseguir un pelotazo económico que retirara a todos sus integrantes.
Como la económica catalana e ibérica está como está, la Asamblea ha abierto sus fronteras mentales, con el siguiente razonamiento: "si estos eslovacos se están emborrachando de una manera tan notable en Casa Leopoldo en vez de en Los Toreros, es que son de posibles. A ver si alguno de ellos llega a Primer Ministro o a Alcalde de Bratislava y se acuerda de esos simpáticos y dicharacheros catalanes que les ofrecieron licores". El Agente Vending ha sembrado. Ahora sólo falta esperar recoger el fruto. De momento nuestros oídos sufrieron un agresivo repertorio de "turista del Este en Lloret destrozando todos los clásicos al norte del Danubio". Y al sur también, porque los cánticos poniendo en duda la hombría de José Mourinho estuvieron en el top 5 de sus hits.
El Agente Pirelli, en rigurosa exclusiva, informó de la últimas novedades en el mundo del automovilismo, mientras planificaba sus futuros viajes futbolísticos entre copa de vino blanco y de vino tinto. Aunque el consumo más elevado en esta materia estuvo a cargo del Agente Coutinho y el Agente Guanche, que en un mano a mano sin par consiguieron el principal objetivo de cualquier reunión de la Asamblea de Majaras: que no sobrara na de na.
El Agente Vilà d'Abadal, que parecía un poco ausente, planificó la inteligente Operation Tortell, que acabó con una ganancia del 33 % en el consumo de azúcar por parte del colectivo. Los aplausos y parabienes que recibió fueron unánimes, aunque fue el Agente Vending el que puso orden al solicitar la máxima transparencia en el asunto, para garantizar el buen nombre del grupo. El Agente Marathon Man consiguió imponer su tradicional templanza y no se dejó llevar por el notable consumo etílico de sus compañeros colindantes.
Antes de la entrega de los regalos, y tras un sinfín de brindis alabando la amistad y la generosidad del anfitrión, el siempre sabio Agente Guernica añoró aquellos tiempos de puro y humo en los que fumar tras una buena comida en mejor compañía era un gesto de inteligencia, y no una invitación a un delito contra la salud pública. Los chistes sobre fumar, todo tipo de cosas, fueron constantes a lo largo de la noche y se convirtieron en la segunda estrella de la velada. La primera, como no, fue el magnífico pescado a la plancha que disfrutamos.
Tras los lujosos regalos: un maletín con aroma a dinero (concretamente a oro negro en forma de alquitrán) repleto de ricos Bonys, Tigretones, Panteras Rosas y similares que fueron devorados por la Asamblea y compartidos con el simpático personal de tan prestigioso establecimiento) y una petaca de Jameson con su botella adjunta, idéntica a la que disfruta el gran Joan de Sagarra, la Asamblea encaminó sus pasos por la oscuridad de la Barcelona canalla.
Bueno, no mintamos, la oscuridad no era por el "canalleo" ciudadano. Simplemente el Ayuntamiento no habría pagado la luz, o el empalme de algún okupa que creía en el ahorro propio, y la factura ajena, estalló. Pero la ausencia de alumbrado público duró hasta que nuestros anti-héroes entraron en The Quiet Man, pub en el que intentaron boicotear con su actitud nada versallesca el concierto unplugged de unos pringaetes que aspiraban a triunfar en Youtube grabando su actuación.
Sólo consiguieron una reprimenda por parte de la gerencia del local, y beber unos cuantos chupitos de Jameson y combinados diversos. Y tras los últimos juramentos de amistad y lealtad el grupo se dispersó hasta la próxima convocatoria, que si la autoridad lo dispone y el buen tiempo lo permite, lo contaremos aquí mismo.
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1 comentario:
Muy bueno tu blog!
Saludos
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