miércoles, 1 de abril de 2015

La memoria histórica perica es cosa de cada día

Bueno es que el club, con el apoyo de algunos activistas blanquiazules que la han impulsado, haya aprobado poner en marcha diversas iniciativas para recuperar parte de esa memoria histórica perica tan maltrecha por la indiferencia de la mayoría de estamentos que constituyen la familia espanyolista. Me parece perfecto que las puertas del estadio lleven el nombre de jugadores míticos que han defendido nuestra camiseta.

Lástima que no lo hayamos hecho cuando se inauguró Corneprat, porque no hablamos de un invento novedoso, sino algo que ya teníamos en Sarriá. Tarde, pero loable, y lo aplaudo. Y que se elija por votación entre los aficionados aún me parece mejor. Solo espero que esta iniciativa vaya ligada a una campaña para que los más jóvenes conozcan a las grandes glorias que han jugado en el RCDE, para garantizar que muchos no se limiten a votar a Sergio García, Raúl Tamudo, Kiko Casilla o Luis García. Jugadores imprescindibles, que han de tener una puerta de honor, pero que no pueden tapar a las docenas de excelentes futbolistas que han pasado por nuestro club.

También espero que no se dé nombre a todas las puertas, y que se reserve alguna para las próximas glorias pericas, no sea que en diez años tengamos que borrar unos nombres para añadir otros. Estos detalles técnicos supongo que se irán puliendo poco a poco.

También me parece maravilloso que se expongan todas las camisetas que nos han representado. Será una muestra bonita de ver. Lo que no es tan bonito que el club no se haya molestado en guardarlas año tras año (¿Tanto costaba coger un par de equipaciones cada temporada y meterlas en una caja?) y haya tenido que recurrir a pedirlas a los socios para que remuevan sus armarios o sus colecciones para conseguir las que le faltan. Demuestra un nivel de dejadez, no de los actuales profesionales que pueblan las oficinas del RCDE, dado que las últimas camisetas sí que se tienen controladas, sino de los que han trabajado en el club a lo largo de las últimas décadas. Esto explica muchas cosas, y porque no hemos crecido lo que el potencial del Espanyol merece.

Porque la desidia ha sido la norma habitual del funcionamiento de las tripas del club desde más de medio siglo. Presidentes entusiastas se encontraban con una estructura que más que ayudar, ponía palos en las ruedas. No se guardan camisetas. No se guardan libros pericos. No se guardan revistas y periódicos. No se guardan fotografías. ¿Sabían ustedes que en más de una ocasión, cuando un histórico jugador fallece el club ha de pedir que le cedan su foto a algún coleccionista perico, porque no existe un archivo gráfico completo y detallado en las oficinas del RCDE de los 115 años de historia de la entidad? De hecho ni gráfico, ni de textos, ni de periódicos, ni de nada de nada.

Recuerdo haber visto copas y trofeos de las secciones o del fútbol base en los lavabos de la zona noble del estadio de Sarriá. Se empieza no teniendo cariño por los objetos que constituyen nuestro pasado, y se acaba creando capillitas. Nunca hubo un proyecto colectivo para el club, porque cada uno ha ido a la suya. Así seguimos.

En resumen. Muy bien por poner nombre a las puertas del estadio. Me alegra que se expongan nuestras camisetas. Espero que sean dos iniciativas que vayan acompañadas de muchas más, que no sean dos proyectos aislados. Porque la memoria histórica perica se construye cada día.

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