miércoles, 14 de noviembre de 2007

Dos chistes lamentables

Un hombre fue citado para una investigación fiscal de Hacienda.

Asustado, le preguntó a su contable de qué manera vestirse.

-Usa harapos, para que piensen que estás en la ruina, replicó el contable.

Cuando le preguntó a su abogado, éste le dijo exactamente lo contrario:

-No dejes que te intimiden, usa tu mejor traje y corbata más elegante. Una buena presencia da credibilidad y ayudará a entablar una relación más amistosa con el inspector.

Confundido, el hombre decide preguntar a su mujer, le cuenta de los dos consejos opuestos y le pide su opinión.

-Déjame contarte una historia -dice la señora

-Cuando estaba a punto de casarme contigo, le pregunté a mi madre qué ponerme la noche de bodas y me dijo:

-Ponte una bata pesada, de franela, que te llegue al cuello, ello hará que te respete.

Pero cuando le pregunté a mi mejor amiga, me dio otro consejo opuesto:

- Ponte el negligé más pequeño que tengas, transparente y con un escote que te llegue hasta el ombligo, eso hará que te desee y afianzará vuestro amor.

El hombre protestó:

- Pero mi amor, ¿qué tiene que ver eso con mis impuestos?

- Pues que no importa como te vistas, te van a follar igual.

Un andaluz y...

Un testigo de Jehová se sienta junto a un andaluz en un vuelo Sevilla-Tenerife.

Cuando el avión ha despegado empiezan a repartir bebidas a los pasajeros.

El andaluz pide un cubatita de ron.

La azafata le pregunta al testigo de Jehová si quiere beber algo.

Contesta el testigo de Jehová con mal tono: "Prefiero ser raptado y violado salvajemente por una docena de putas de Babilonia antes que una gota de alcohol toque mis labios".

El andaluz le devuelve el cubata a la azafata y dice:

"Yo también. No sabía que se pudiera elegir"

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