martes, 20 de enero de 2009

Mr. Potato

Al fin tengo en casa un Mr. Potato, ese mítico juguete al que le puedes poner las orejas en la boca. Ha sido de manera interpuesta, como regalo a mi retoña, pero ya puedo mirarlo con deseo y tocarlo hasta que me canse. La lástima es que no es el del plástico, sino uno de peluche, pero ya me sirve para calmar mi sed de este maravilloso entretenimiento. Si le pones el pelo bajo la nariz y escoges la sonrisa a dientes plenos, se parece a Aznar... Ah... como se puede divertir uno de manera sencilla...

El precio


Por cierto, lo acabé comprando en Abacus y me costó diez euros menos que en diversas jugueterías que intentaron estafarme... cuanto comerciante cabrón! Pero mi tesón tuvo recompensa...

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