El sábado, tras la merecida victoria en el derby, fuimos a zampar unos caracoles y otras viandas a Can Cargol, y descubrí gracias a un bolígrafo que nos dejó un camarero que hay una empresa que se dedica a la cría de estos sabrosos bichos que se llama Chutis, nombre que me evocó una sobredosis de salsa picante o all-i-oli, o a legiones de comensales que se convierten en unos yonkis de los caracoles y vagan por la ciudad buscando su "chute" a "la llauna". Eso sí, estaban muy ricos, y si fueron ellos los proveedores, les felicito.
Gran actividad la de criar caracoles... naturaleza, no se te escapan del criadero, y si lo hacen les puedes pillar... una actividad relajante.
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