Refresquitos, refresquitos...

Verano. Mucho calor. Mucha sed. Y poco dinero, porque la crisis aprieta. Os vamos a aconsejar bebidas a comprar, y otras a evitar, para que vuestra garganta esté satisfecha, y vuestro bolsillo lleno.

Comenzaremos con las claras. Puedes arruinarte haciéndote tus claritas con cerveza de marca y refresco de multinacional, o una litrona del DIA – que oscila entre los 60y 70 céntimos, y una botella de refresco de limón de esta misma marca, que también ronda los sesenta céntimos. Está buena y queda mejor que la que te dan en la mayoría de bares, que parece que los camareros te odian y le meten Fairy de limón y cerveza desbravada. Si queréis una vía intermedia y os gusta a tope de gas y tiráis de lata, tiraos a la clara de Mercadona: refresco de limón Hacendado – euro diez el pack de seis - y cerveza Steinburg – unos veinticinco céntimos-. Y si os gusta con gaseosa, la maravillosa gaseosa de Eroski os convencerá. Dieciséis céntimos el medio litro de la gaseosa más sonora, porque se llama Blurs.

Si estás a dieta y te tiras a las colas lights, evita la Coca-Cola, que es muy cara. La del DIA da el pego, y cuesta dos veces y medio menos, unos veinte céntimos. Eso sí, siempre bien fresquita. La Gold de Carrefour tiene un precio muy parecido y tampoco está nada mal. Eso sí, la Hacendado tiene un sabor a edulcorante que echa para atrás. Es como si te metieras en la boca medio bote de pastillas de sacarina.

Si hablamos de refrescos de naranja a precio razonable, Hacendado es vuestra marca. Un euro y seis céntimos las seis latas. Aunque para barato, y con un sabor interesante, el Freeway de Lidl os ofrece dos litros de naranjada con gas por un precio que oscila entre los setenta céntimos. Y se puede beber, os lo juro.

Aunque el diseño de la mayoría de estos productos deje mucho que desear, su precio y su sabor valen la pena...