sábado, 5 de junio de 2010
Viena
El bocadillo de butifarra del Viena es realmente bueno... o al menos a mí me lo parece tras zampármelo con gran placer. En cambio sus patatas fritas son nefastas, dignas de una feria chunga, de esas que te da la dependienta en un cucurucho cutre con cara de lástima porque sabe lo que te vas a comer. Lo mejor, el cartelito colgado al lado de la barra con un artículo de un pavo del New York Times que asegura que su flauta de jamón ibérico es el mejor bocata del mundo. No se lo creen ni ellos...
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