martes, 28 de febrero de 2012

Galicia en nuestros corazones

Que la asamblea de majaras está estrechamente vinculada, de corazón o de piernas cansadas, con la Galicia del pulpo a'feira, el vino turbio, las 'compostelanas' y los cachelos, es más que conocido. Hace unos días tocó homenajear las cuarenta y una primaveras de uno de sus ilustres miembros, el agente Alfa Beta Charlie, y se escogió para la ocasión un garito semi-clandestino de la Ciudad Condal en el que dicho grupo prestigioso ya había hecho varias incursiones pulperas y codilleras.

Tras devorar las bandejas de alimentos que fueron preparadas para la ocasión por los hosteleros titulares de tan respetable taberna, el homenajeado intentó leer en varias ocasiones pasajes de su última magna obra, un libro basado en su blog ("No es lo que parece"). Apenas lo consiguió, dado que la ingesta de ricos caldos galaicos, de orujos diversos y de la inmejorable 1906 Estrella Galicia, impidió que las mentes de sus amiguetes estuvieran preparadas para la catarata de emociones.

El agente Lucho, como siempre, propuso varios brindis a mayor gloria de la estrella de la noche, y el agente Canario, con su optimismo inagotable, consiguió que la velada fuera explosiva. Dos de las incorporaciones a los tradicionales ágapes de la asamblea, el agente Friend y el agente Pasarela Cibeles, observaron con interés como los majaras devoraban, brindaban, bebían, cantaban y juraban al mismo tiempo. Tal monumento al "multitaskismo" les asombró sobremanera. El Superintendente Galaico Man no dejó un plato vacío y amenazó con asaltar la nevera del establecimiento.

Tras soplar las cutre-velas sobre una magnífica tarta de queso casera con mermelada, el agente Alfa Beta Charlie se emocionó y logró leer unos pasajes de su obra entre los aplausos y el regocijo de los asistentes, sobre todo del Agente Democratic Union. El sector cibernético de la asamblea, los agentes Señoritas de Aviñón, Poland Connexion y Spotify Man, aplaudieron con las ondas hertzianas de sus avanzados móviles 3 punto G y le desearon al homenajeado muchas más primaveras que celebrar. Se echó en falta la presencia del Agente Vieira, cuya repleta agenda le impidió acudir a una fiesta tan sentida.

El siguiente paso fue ser invitado a abandonar 'El rincón del artista', un garito digno de una peli de Esteso y Pajares, por ser "demasiada gente". Nuestros perdedores encaminaban bien la noche. Luego decidieron no escuchar la música en directo del London Bar, ya que nuestros héroes no pasaron de la barra, en la que el sector Jameson compitió contra el sector birrero. No hubo vencedores ni vencidos, porque entre 'losers' no se compite. Para finalizar la ruta, cayendo lo más bajo posible, se escogió el local que despedía un mayor aroma de orín desde los lavabos, la Xavala. Tras ser invitados a no volver a jugar al futbolín, y disfrutar de un chupito más que cuestionable, se cerró la noche...

1 comentario:

GEM dijo...

Muy interesante tu informacion. Gracias!
GEM