domingo, 10 de septiembre de 2006

La vaca Manola

Tras la “chochona” y el “perrito piloto”, llega el reinado de “la vaca Manola, para la gente que mola”. El premio estrella de las tómbolas (o al menos de las de más clase) consiste en una gigantesca cosa de peluche, con unas ubres que te apuntan amenazadoramente, y con una margarita en la boca. Tras gastarte cincuenta euros en sobrecitos de los de “casi nunca toca”, te dan como castigo por pringado este gran obsequio, que permanece un día sobre el sofá del comedor, hasta que acaba en el container más próximo.

Super ganchos

Otra gran estafa de feria son esas míticas máquinas de gancho, que tienen menos fuerza que un pedo de Alfredo Landa tras ser violado por quince suecas, y en las que resulta prácticamente imposible ganar un premio. Si he visto jugar a alguien doscientas veces, sólo en dos ocasiones he presenciado que alguien conseguía ganar algo.

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