Vainilla

No había probado el “cornetto soft” de Frigo, y aunque la galleta era bastante cutre, la crema estaba rica, muy rica. Aunque mi objeto de deseo era el tradicional cornete de vainilla, pero el que tenían estaba “capado” y el riesgo que mis pantalones sufrieran un baño de azúcar era demasiado grande. Me “conformé” con la alternativa, y realmente salí ganando. No os recomiendo el lote de miniatura de Camy. Llevado por mi amor por las ofertas, y aprovechando un 2x1 en la maravillosa cadena DIA, los probé, y caca de la vaca. El único destacable era el “mini cornete”. Obviamente, era de vainilla, pero era demasiado escaso...

Cibercafé de "paquis"

Hoy ha muerto, aunque siempre espero el milagro de la vuelta a la vida, mi fiel ordenador. Y heme aquí en un "ciber-paqui" metiendo este post y consultando el correo. El precio, brutal: por sólo cincuenta céntimos dispongo de media hora de conexión hiper-mega-rápida. El calor, más que abundante, porque el aparato de aire acondicionado emite más ruído que fresco. Ahora mismo estoy rodeado de una docena de chavales menores de diez años destrozando los teclados mientras le dan a videojuegos violentos. Las conversaciones entre ellos son "¿Eres tú el terrorista?", "¿A cuántos has disparado?" y cosas similares. Y yo de mientras mirando el AS digital... ¡Me hago viejo!

Metano para los pijos

Paseando en cutrecamiseta por la zona más pija de Barcelona, me he sentido observado por un montón de seres con camisas Ralph Lauren que miraban mi curioso aspecto con cierto aire de displicencia. Por supuesto, me hubiera gustado haber comido fabada para decirles de manera sonora lo que me inspira su actitud, pero no tenía munición para darles su merecido. Además, en el fondo uno es un chico educado y de buenas costumbres, así que me limité a desearles mentalmente que su mamá descubra su colección de revistas “Big Negroes Cocks” bajo la cama para que se vea obligado a acudir rauda a su confesor...

Obras

Me cago en los alcaldes, en los concejales, en los asesores, en los directores de la oficina de planificación municipal, en los supervisores de distrito y en quien haga falta. Mierda de obras, mierda de año electoral y mierda de to. Esto ni es agosto ni es na, es un continuo sin vivir...

Menú de verano

Cómo llevo unos días flojo, y no tenía ganas de cocinar y pensé que me iría bien una comida caliente tras unos días de una alimentación irregular se me ocurrió disfrutar del “menú especial” (15 euros y bebida aparte) en un afamado local cercano a mi hogar. No se si fueron los canelones al gratén o el cordero, pero a la noche iba de un suelto que asustaba, y en una ocasión, mientras paseaba por el Eixample, tuve que buscar refugio en un lavabo próximo para evitar una tragedia mayor. Moraleja: soy un amante del riesgo, y juego a la ruleta rusa a mi estilo. Aunque la versión “hard” de este juego consiste en probar todos los subproductos con mayonesa: un hombre de verdad, un macho auténtico, comenzaría por las patatas con all-i-oli, seguiría con las bravas, luego pasaría a la ensaladilla rusa y a la bomba con mayonesa. Y de ahí al éxtasis...

La mili

A muchos de vosotros os sonará a chino, porque eso de la mili suena prehistórico, pero era uno de los principales motivos de preocupación de mi generación, sobre todo a los que como, mi augusta persona, somos torpes. Ya me veía dando barrigazos por el fango y cayéndome continuamente en la pista de ejercicios mientras un sargento bajito con voz de mala leche me gritaba continuamente lo inútil que soy. Por suerte, y como ya os conté, el vaticinio del sargento se cumplió, y me declararon inútil total. Y por suerte, mi relación con el ejército se ha limitado a las batallitas que jugué de chaval con los soldaditos de plástico. Y mi dosis de rancho ya la tomé en los comedores universitarios...

Publicity in the meado

Sigo sin acostumbrarme a esos cutreanuncios publicitarios que hay en los lavabos de algunos baretos, los que están en los urinarios y que ves por pelotas cuando quieres mingitar tranquilamente. ¿Por qué no nos pueden dejar mear en paz sin intentarnos vendernos algo? ¿Por qué no respetan lo más sagrado, el momento en que sacamos nuestra sagrada manguera para regar con nuestros fluidos vitales la cutrediana de plástico que hay en el fondo del meadero? ¿No ven que los anuncios nos distraen y nos impiden acertar en el centro de nuestro objetivo?

Taxi Driver

¿Me imagináis en plan “Taxi Driver”, salvando a la metrópolis de los delincuentes que la acecha, ensayando frente al espejo con voz desafiante mientras digo “Es a mí, te diriges a mí, eh, eh, eh?”. ¿A qué de ilusión también se vive? Como mucho podría ser Burger Driver, el conductor de un puesto ambulante de perritos calientes y hamburguesas, aunque intentaría no ser como Ignatius J. Reilly para evitar convertirme en mi mejor cliente...

Matrimonio con hijos

He visto la versión española de la mítica seria made in USA “Matrimonio con hijos”, que la emiten en Cuatro, y la verdad es que no le llega a la suela del zapato de su homónima yanqui. Le falta mala leche, acidez e ironía a raudales. Es blandita, muy blandita. Habrá que darle una segunda oportunidad, pero la verdad es que me ha decepcionado.

Telejuegos

Las entrañables teletiendas de la madrugada, aquéllas que te vendían los míticos cuchillos “Ginzu” o el maravilloso “Pump and seal”, están cayendo por culpa de un nuevo fenómeno mediático: los telejuegos estafosos, en los que una tipa o un tipo más o menos atractivo se tira media hora de monólogo ante la cámara repitiendo el número al que hay que llamar y glosando las ventajas de su “concurso”. Te prometen una pasta indecente, y cuando tras minutos y minutos de rollo pasan una llamada en directo, se lleva cien o doscientos euros, y a otra cosa... Pero el mérito es que el “presentador” se tira un par de horas rajando sin decir nada, y tienen que hacer auténticos esfuerzos para no parecer auténticos autómatas.

La Hora Chanante

Hoy he disfrutado de dos capítulos antiguos de La Hora Chanante, el de David Copperfield y Bill Gates, y a pesar de que eran bastante irregulares, los he disfrutado. A veces sus protagonistas rayan el patetismo, pero como yo también tengo un “punto” de patético, ya me va bien. El “gañán” ya me cansa, ya no es el que era, pero sus “testimonios” siguen siendo magníficos. Aunque reconozco que mandaría a un gulag al que pare esos horribles dibujos animados que tienen...

Fabada Litoral

Los productos Litoral han cambiado el diseño de sus envases, y ahora son más chulos y luminosos, dan más ganas de saborear sus productos. Lástima que con las promociones salvajes que están haciendo en algunas cadenas (puedes comprarte latas a menos de un euro), su “mística” se esté perdiendo...

El cor de la ciutat

Tras ver parte de la gala que cerró la temporada de El cor de la ciutat llegué a la conclusión que no estoy tan enfermo como parece. Si la mayoría de la población encuentran graciosas las chorradas que Albert Om y su equipo parieron para aderezar el último capítulo (por el momento) de este culebrón, sin duda me encuentro por encima de la media, lo cual me llena de orgullo, me sube el pavo, me incrementa la moral y me aumenta el tamaño de mi miembro viril en, al menos, tres dedos. Ya no me sentiré acomplejado cuando alguien piense que soy un friki porque me encantan las películas de Pajares y Esteso o cuando me ría tontamente al hojear mi colección de revistas “El Barragán”. Siempre podré contestar: “al menos la puta gala del Cor me pareció una mierda mientras tu sonreías, y pienso que los del Teatre de Guerrilla merecerían ser acollejeados y tirados a la fuente de la plaça de la vila”.

Don Limpio

No sé si mi mente estoy enferma, pero cada vez que veo un bote de Don Limpio pienso en escenas carcelarias en la que uno de los reclusos recibe su merecido tras agacharse a recoger una pastilla de jabón. ¿Qué creativo parió el diseño de ese tipejo calvo y con pinta de frecuentar gimnasio tipo Body Rabo Building?

La chica biónica

La presentadora del telediario mediodía del fin de semana es guapísima, y tiene un par de achuchones más que merecidos, pero me parece un ser proveniente de la Galaxia Andrómeda, que nos mira a los humanos con ojos sorprendidos...

El agua de la vida

Hace relativamente poco que he descubierto el orujo, dado que era una bebida que no me llamaba la atención. Pero gracias a esas botellas de Cardhu rellenadas que atesoran orgullosos los múltiples bares gallegos repartidos por el mundo, he cambiado mi opinión, y he abandonado la costumbre de pedir en estos locales orujo con miel o de café para lanzarme al orujo orujo, al orujo sin aditamentos. Aunque siempre se pueden hacer excepciones, como en el caso del magnífico Reanimator (orujo con miel) de la pulpería Agudiña. A veces pagas las consecuencias, como hoy, que tengo un ligero dolor de cabeza causado por un orujo atesorado en una botella de gaseosa, pero creo que será un amor para toda la vida...

Galletas Fontaneda

Mi maltrecha mente lleva un buen rato repitiendo "¡Qué buenas son, las galletas Fontaneda", ese jingle publicitario que torturó a generaciones de españoles. Reconozco que yo era más de las María Marbú, que eran mejor para mojar en la leche, y las encontraba más ricas. Las Fontaneda me parecian menos buenas, menos galleta. Y uno, aunque no os lo creáis, tiene su paladar. Otro día hablaremos de las Príncipe...

Vidas ejemplares

¡Qué bueno era Montesol! Este dibujante de cómics hizo unas historietas maravillosas en la década de los ochenta, a las que denominó “Vidas ejemplares”. Se publicaron casi todas en la revista Cairo, y eran retratos de personajes arquetípicos de la “modernidad” de esos años: ejecutivos, publicistas, progres de oficio, músicos... Los guiones eran mordaces y divertidos, y el dibujo era perfecto para lo que relataba. Creo que este artista se dedica ahora a pintar cuadros, ya que supongo que se cansó de ir a salto de mata, que es el tipo de vida que te proporciona el cómic.

Bífidus activo

Cada vez que veo a José Coronado comerse en la televisión un yogur para ayudar a su organismo y para regenerarse por dentro me dan ganas de meterle un cactus por el culo. Pero un cactus de esos de las películas del oeste, los que sirven de punto de referencia a los coyotes cuando van en caza del vaquero bueno que ha sido abandonado por los malos en el Valle de la Muerte.

Queen's

Hay bodegueros que se creen que porque tienen un karaoke y una bola de espejitos colgada del techo te pueden esquilmar como si fueras una oveja merina. El dueño de un local llamado Queen's, situado en Cornellà City se atreve a cobrar ocho euros por copa, cómo si tuviera su establecimiento en Manhattan. No hijo, lo tienes en un polígono industrial. Eso sí, su gran ventaja es que da servicio a los habitantes de los alrededores, ya que para hacer una copa rápida no te has de pegar una excursión. El sitio es limpio, y no está abarrotado. Pero eso no le da derecho a cobrar cerca de mil cuatrocientas de las antiguas pesetas por un triste refresco con tres dedos de alcohol.

Programación estival

Es cojonudo, desde que ha comenzado la programación televisiva estival, estoy leyendo más que nunca. En menos de una semana me he liquidado dos libros enteros y estoy a punto de acabar el tercero. Y menos mal que habitualmente no veo demasiada tele...

El Jueves

Hacía tiempo que no ojeaba El Jueves, y la semana pasada cayó un ejemplar en mis manos. Sentí lástima, porque recordaba los grandes momentos de esta publicación, a finales de los ochenta y mediados de los noventa, y lo que leí no me hizo ninguna gracia. Óscar Nebreda hará mucha pasta, pero como humorista gráfico simplemente da pena. Y Kim debería jubilar a Martínez el Facha, porque hace diez años ya se repetía mucho, pero ahora dan ganas de llorar.

Pulpo Ferrer

Me reafirmo, de los pulpos en lata, el Ferrer es de los pocos que son comestibles. Al menos tiene apariencia y sabor de pulpo, y no parece un producto fabricado a base de goma de borrar. No es maravilloso, pero es presentable. Cuesta unos dos euros cada bote de cristal.

Italia, como siempre

Aunque el partido estuvo curioso, Italia ganó a su estilo habitual, en el último suspiro. Eso sí, marcó dos golazos. Por una parte me alegro, así los alemanes se quedan con un palmo de narices, que éstos ya se veían campeones. Por supuesto, deseo que Francia elimine a Portugal (no aguanto ni a Figo ni a Deco), y luego que italianos y galos se maten entre ellos...

BCN

Un bareto aceptable y barato para tomar una birra hasta las dos y media de la mañana en días laborables es el BCN (Casanova-Diputación), un local frecuentado por taxistas, que sirven a altas horas unos bocatas presentables y que tiene unos precios de las copas más que decentes (Ballantine’s cola 3,7 euros, copa de coñac 2,1...).

El libro de Sánchez Llibre

Josep Sánchez Llibre, un diputado de Unió Democrática, ha escrito un libro sobre los intríngulis del Estatut (“Les veritats de l’Estatut”, editado por L’esfera dels llibres), y tiene muy buena pinta. He devorado esta tarde medio libro, y si os interesa la política catalana, pilladlo, porque disfrutaréis. Es directo, no se anda por las ramas, y no se calla lo que considera “su verdad”. Huele a ajuste de cuentas, pero eso a mí me da igual, mientras sea interesante...

Chopped

Llevo unos diez años sin comer chopped (ni chopped pork, ni chopped beef), y me siento orgulloso de mí mismo. ¡Abajo el chopped Crismona! ¡Viva el jamón ibérico de Guissona!

La teta de Sabrina

Siguiendo con mi estado de decadencia, ayer, mientras trabajaba, tuve de fondo diversas melodías de los Hermanos Calatrava. La que me fundió el cerebro fue la que dedicaron a Sabrina, la cantante italiana que se hizo famosa por el “Boys, boys, boys” y por enseñar un seno en un programa especial navideño de TVE. El estribillo, que sin duda no pasará a la historia de la música, decía: “Nos has dejado en ayunas, sólo enseñaste una, Sabrina por favor, enséñanos las dos”. Mi problema es que sarna con gusto, no pica.

El color del dinero

Me imagino a mi mismo, como si fuera Tom Cruise, la mirada sobre el tapete, el taco en la mano. Las bolas me desafían, me río de ellas con descaro, apunto la nueve al rincón, ejecuto un movimiento grácil, y el forro de la mesa a tomar por culo. Diablos, no soy Oklahoma Jack o Baby Lucky...

Carnet por puntos

Otra medida para sacarnos el dinero, mientras dicen que lo hacen por nuestro bien. Tenedlo claro: a los políticos les importa una mierda la gente que se mata en la carretera, sino hace años que, por ejemplo, habría una autovía gratuita de tres carriles entre Madrid y Barcelona. Si todavía sigue sin desdoblar el tramo entre Fraga y Zaragoza es que les interesa más estar a bien con las empresas concesionarias de autopistas que no evitar que los ciudadanos se maten.