Siempre me ha fascinado la figura de Salvador Dalí, un catalán universal que conquistó el planeta con su capacidad de provocación y con la calidad de su trabajo. Pese a que su final fue decadente y digno de una tragicomedia, siempre quedará su obra artística, que es magnífica y que ha deslumbrado, y deslumbrará, a millones de amantes de su estilo. El Teatro-Museo Dalí de Figueres es, a mi parecer, uno de los mejores equipamientos culturales de España, tanto por su planteamiento como por la calidad del material que tiene expuesto.
Es tranquilizador comprobar como los trabajos de Dalí atraen a miles de visitantes, y como se producen largas colas de amantes del arte que quieren disfrutar de su talento. La figura del genio de Figueres forma parte del imaginario del pueblo catalán, porque ha sido una de las figuras culturales más destacadas que ha dado nuestra tierra. ¡Larga vida a la memoria del gran Salvador!
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