jueves, 31 de julio de 2008
Burger King experience
El miércoles tuve una Burger King experience, y me preocupé bastante, porque me dije a mi mismo “el whopper no está tan mal”, cuando hace un par de años habría golpeado con un calcetín sudado a quien hubiera osado invitarme a tal emparedado. En cambio, los trozos de pollo rebozados de la casa parecían de puro conglomerado, y me podría haber hecho una mesa con los que me sobraron. Que cosa más pastosa e insípida. Las patatas, aceitosas y las alitas de pollo, carbonizadas. Vamos, una experiencia gourmet en la tercera fase. A pesar del whopper, tardaré muchos meses en repetir. ¿O no?
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