El Imperio Americano está en decadencia: ya no tienen ni para un catering en condiciones. En la fiesta que organizó el consulado USA en Barcelona para hacer el seguimiento de las elecciones presidenciales, y que se celebró en un hotel de cuatro estrellas del Eixample barcelonés, acabaron sacando bandejas - la foto es una prueba - de productos Martínez. Como mis queridos lectores ya saben, estos pastelitos se venden a peso en las panaderías, y no destacan por su gran calidad. Vamos, es el producto de batalla que muchos consumimos cuando no nos llega para más. A mí me gustan, pero yo soy un degenerado gastronómico.
Pues los representantes del Imperio en Cataluña acabaron ofreciendo a sus invitados - entre los que estaban el alcalde Jordi Hereu y políticos de primera línea como Dani Sirera, Miquel Iceta, Xavier Trias o José Zaragoza - estas selectas piezas de repostería industrial. Encima, no eran ni los más deseados, como los sobaos, sino galletas de barquillo con relleno de un sabor indeterminado, palmeritas y búlgaros. ¡Qué mal lo va a tener Obama para reconducir la situación económica de su país!
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