¡Qué rico es el Lagavulin, un whisky escocés de sabor intenso, tan intenso que parece que te han metido en una barrica de roble! Es caro, pero es bueno, muy bueno. Alguna vez os he hablado de él, pero no puedo parar de loar sus virtudes.
Fiestas de Gracia
No entiendo como se atreven a cobrarte cinco euros por un mojito servido en vaso de plástico y que has de tomártelo tirado en la calle. Que sí, que serán unas fiestas muy populares, pero que le pongan un precio más razonable, o que al menos te pongan una mesa para poder beberlo tranquilo en un vaso de vidrio.
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2 comentarios:
hmmm, aunque suena a detergente del Schlecker, tendré que probar el Lagavulin ese. Gracias por el consejo, que he estado buscando un whisky bueno y que no sea de una de esas marcas tan sobadas..
Sergio, el Lagavulin no sabe a roble, sino a turba, porque el agua con el que lo hace nace de esos fantasmagóricos manantiales de la costa de Islay que surgen entre pedruscos de carbón. Eso no quita que siga estando de escándalo.
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