sábado, 19 de mayo de 2007

El paraíso

El Lagavulin era uno de mis whiskys fetiche, pero el Caol Isla de 18 años está a punto de superarlo. Lo probé en Glasgow y es un brebaje mágico, increíble, celestial. Un malta divino. Algo excepcional. También es muy bueno el The Balvenie de 15 años, otro gran malta. Reconozco que no probé más whiskies durante mi visita en Escocia, me pasé todos los días currando y de un lugar a otro, y limité mi consumo alcohólico a la cerveza. Con estas dos excepciones que iluminaron mi corazón.

Glasgow

Glasgow me pareció una ciudad muy gris, y con poco encanto. Reconozco que ejercí poco de turista, por la faena, pero no me acabó de convencer. Pero como a mí me encanta el Reino Unido, disfruté de los paisajes urbanos y rurales. La comida, nada excepcional, salvo una muy sabrosa hamburguesa que me zampé en la cafetería de The Lighthouse (un centro cívico en medio de la ciudad, en Mitchell Lane) y un sorprendente Fish and Chips comprado en un chiringuito al lado de la estación central.

4 comentarios:

Svend dijo...

Por Dios, estás en Escocia y no pruebas el haggis?

Abel Sierra dijo...

Cuando pienso en Escocia siempre se me vienen a la cabeza algunos acordes de canciones de grupos como Aztec Camera o Belle and Sebastian.

Anónimo dijo...

Algunos te vimos en el aeropuerto de Prestwick a la vuelta.

Otra vez será, Espanyol!!

Visca el Barça i Visca l'Espanyol!!!

Anónimo dijo...

Saludos Sergio,

Yo llegue el martes y el West End me encantó. El museo, el Kelvingrove PArk (donde me tome una hamburguesa grasienta que me pille en un fish & chips) y la universidad me encantaron.

El miercoles la lluvia deslució un poco Glasgow, pero no estuvo mal.

Un saludo y encantado de haberte conocido.