martes, 24 de julio de 2007

El pollo a l’ast

El pollo a l’ast es uno de los grandes pequeños placeres de este mundo. Sábado o domingo al mediodía, ni ganas de cocinar, una bombilla se enciende en nuestra cabeza, “hoy pollo a l’ast”. Teléfono. Un pollo bien doradito y una de patatas y pimientos. Se acabaron los problemas. ¿Tenemos cava en la nevera? Voy a buscar el pollo. Ya que estamos póngame seis croquetitas, de esas que tienen pinta de estar crujientes. Ñam, ñam, ñam. Glups, glups. Llena la copa, que está vacía. ¿Vamos al sofá? Zzzzzzzz. ¿No os emociona este panorama tan sugerente?

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