Tele de pago

Uno de los mayores encantos de una habitación de un hospital público es la televisión de pago, un cutre-aparato, de tamaño pequeño y que sólo te ofrece los canales convencionales (Antena 3, Tele 5, TV3, TVE y poco más), a cambio de unos maravedíes. Has de pagar 3,5 euros diarios para poder disfrutar de la programación que en casa acostumbramos a ignorar de manera gratuita, y que nos motiva a comentar “¡Qué mierda, no echan nada!”. Si prefieres comprar tiempo, cada euro te da derecho a 83 minutos y 20 segundos. Vamos, casi no da ni para visionar el Tomate. Ya puestos, podían incluir en la oferta de canales el Plus, así el día de partido la habitación se llenaría de parientes deseosos de gorrear al enfermo su pequeño lujo catódico. Sería enternecedor como los familiares le dirían “deja de toser, condenao, que no nos dejas escuchar la narración”, mientras el paciente se va poniendo morado...