Baccara experience

Hace unos días fui al Palau Sant Jordi al magnífico concierto 60 x 70, en el que actuaron Los Sirex, el cantante de Los Mustang... y los míticos Los Mismos. Cuando cantaron “será maravilloso, viajar hasta Mallorca....” me cayó una lagrimilla de emoción. Que aspecto tan lozano, que voces, que canciones tan impresionantes... Los Mismos son de lo mejor que ha parido la industria musical española: muchas canciones sin interés, pero tres o cuatro himnos de esos que merecen todos los honores. Heme myself, con su sobrepeso y su camisetilla de saldo, moviéndome cual cachalote sobre la pista en la que triunfó Michael Jordan en el 92 mientras el “son para mí, tus besos son para mí” sonaba. Si alguien lo hubiera grabado y lo hubiera metido en el You Tube estaría en la sección “Pathetycs Fat Boys Moving His Esqueletou”.

Pero el momento disco de la noche vino cuando actuaron las Baccara, con sus años de mas, su sobrepeso, sus bailecitos pasados de moda. Antes triunfaban porque estaban cañón, porque su inglés era digno de la Valdemoros School of Languages in the Morning. Su inglés sigue siendo de español intentando ligar con una sueca en el Torremolinos de los 70, y están como el cañón... del Colorado, por lo desértico, pero sus canciones siguen levantado el ánimo. “The devil sent you to Laredo”, “Parle vous français” (con la que representaron a Luxemburgo en Eurovisión hace treinta años), etc, etc. La Baccara experience me sedujo. Lástima que nos tuviéramos que ir, porque después venían los Boney M. Pero algún día les veré en directo...