sábado, 23 de diciembre de 2006

Experiencias en el tercer humo (I)

Nunca he sido fumador. De hecho, en la única etapa que he fumado, alrededor de mis veinte años, sólo le daba al cigarrillo los sábados por la noche a partir de la segunda copa. Y más para tener algo en las manos (y también en un intento patético de parecer algo más “interesante”) que para otra cosa. También tuve mi época de pipa, que la usé tres veces y luego la acabé tirando, porque aquello era aún más patético. Sólo conseguía llenar la casa de humo y distribuir la ceniza por todo el piso al dejar la pipa en cualquier sitio. Probé todo tipos de marcas, a cual más chunga, pero recuerdo con especial horror la Kruger, que la descubrí en Canarias, y que tenía dos especialidades: la de cajetilla azul, que era para hombres, y la de cajetilla roja, que era para suicidas. Compré un cartón de cada, que repartí entre mis colegas, y que me llevó perder unas cuantas amistades...

1 comentario:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJA!!

¡Muy bueno Sergio! Qué recuerdos me trae esto. Yo soy fumador social, es decir entre semana no fumo pero en los bares a la hora de tomar copas siempre fumo algún cigarrillo. Mi mujer fuma en casa, por lo que para evitar el humo del tabaco casero, he pasado a la "pipa" así con un tabaco aromático mato el olor del cigarrillo.

Fumar he fumado todo tipo de mierdas, y recuerdo el Kruger. Mi hermano vivía en Canarias y me trajo una cajetilla del rojo y otra del azul. Los acabé tirando. Pero también he fumado todo tipo de guarradas, desde los m´ticos Jean, Un-X-2, Lola, Diana, etc...

Un saludo y Felices Fiestas!