martes, 13 de febrero de 2007

Alkimia

Hace unos días tuve una experiencia “Alkimia”, y comí en uno de esos restaurantes sofisticados en los que nunca esperaríais encontrarme. Lo más curioso es que cada cosa que traían la explicaban con muchos detalles, supongo que para que nos asombráramos de su creatividad. Pero se come de coña: el “macro” canelón de pollo de granja estaba bueno, y el cordero era una cosa excelsa. Y los aperitivos también eran curiosos, y ricos. Eso sí, el carajillo en un vaso de un metal inoxidable, que se note el diseño y el poderío. ¿Qué se hizo del cutrevasillo pequeño de Duralex, el de toda la vida?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chaval, esto es la edad. Yo tambien empiezo a preferir comer menos pero que este muy bueno... Eso y que ahora lo puedo pagar...