Latrocinios (y 2)

Por cierto, las servilletas de Mc Donald’s son otro objeto de deseo: están ahí, expuestas, puedes llevarte cincuenta, son toda una tentación. Sabes que tu menú Big Mac tiene un precio de coste de unos céntimos, y que puedes amortizar parte de lo que has pagado llevándote unas cuantas. ¿Caerás en la tentación? ¿Serás un pequeño delincuente? ¿No pedirás sobrecitos de mostaza, sal o pimienta para llevártelos? ¿Serás un probo ciudadano? En Burger King, si no recuerdo mal, no hay ese problema. Te dan una maldita servilleta y has de mendigar la segunda. Por eso prefiero Mc Donald’s, por su generosidad con las servilletas, el ketchup y otros gadgets. A fin de cuentas, la mierda es la misma...