viernes, 9 de marzo de 2007
La bomba
No os perdáis el gran Castillo de Lagomar, un vino tinto “de mesa” que sobrepasa todo lo que he probado hasta la fecha. Su sabor me recuerda los caldos de tetra brik que tomé en mi etapa universitaria: rejuvenecí quince años gracias a un par de vasos (bien diluidos con gaseosa, of course, porque sólo no había quien se lo bebiera). Cosa fina.
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