viernes, 3 de octubre de 2008
Menú para 'singles'
Queridos compañeros en la ignorancia culinaria, ya sabéis que el buen 'single' sigue siempre dos mandamientos a la hora de comer:
-No enciendas el fuego si puedes abrir una lata.
-La fecha de caducidad es siempre relativa.
Para revolucionar el concepto de cocina de los 'singles', que se unen a los miles de 'Rodríguez' que todavía no han pasado de la pizza congelada y el pollo a l’ast del paquistaní de la esquina, ha nacido esta sección. Se puede comer de manera razonable y barata sin contraer escorbuto ni perder la figura. Hoy os proponemos lo mejor de la Guissona Cuisine, un menú a base de lo mejor que podemos encontrar en cualquier tienda Bon Area.
De primero, una menestra de verduras congeladas. Hay que encender fuego, pero basta con verter la cantidad deseada de producto en un cazo con agua hirviendo con sal, esperar un cuarto de hora, y ya está. Un chorrito de aceite de oliva, y todo listo. No hace falta ser ingeniero de caminos, ni Ferran Adrià.
De segundo, una buena dosis de conejo en salsa (unos tres euros el envase), de pollo con verduritas (Dos euros y medio), o del sabroso redondo de pechuga de pavo asado (5 euros). Abrir, cuatro minutos al microondas y ya está. Y si sobra, para la cena, que el “ya está hecho” es siempre una virtud. De postre, a elegir entre el yogur desnatado si queréis hacer bondad, un excelente flan de huevo o una más que digna tarta de queso. Cafetito y a vivir.
-No enciendas el fuego si puedes abrir una lata.
-La fecha de caducidad es siempre relativa.
Para revolucionar el concepto de cocina de los 'singles', que se unen a los miles de 'Rodríguez' que todavía no han pasado de la pizza congelada y el pollo a l’ast del paquistaní de la esquina, ha nacido esta sección. Se puede comer de manera razonable y barata sin contraer escorbuto ni perder la figura. Hoy os proponemos lo mejor de la Guissona Cuisine, un menú a base de lo mejor que podemos encontrar en cualquier tienda Bon Area.
De primero, una menestra de verduras congeladas. Hay que encender fuego, pero basta con verter la cantidad deseada de producto en un cazo con agua hirviendo con sal, esperar un cuarto de hora, y ya está. Un chorrito de aceite de oliva, y todo listo. No hace falta ser ingeniero de caminos, ni Ferran Adrià.
De segundo, una buena dosis de conejo en salsa (unos tres euros el envase), de pollo con verduritas (Dos euros y medio), o del sabroso redondo de pechuga de pavo asado (5 euros). Abrir, cuatro minutos al microondas y ya está. Y si sobra, para la cena, que el “ya está hecho” es siempre una virtud. De postre, a elegir entre el yogur desnatado si queréis hacer bondad, un excelente flan de huevo o una más que digna tarta de queso. Cafetito y a vivir.
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