miércoles, 11 de octubre de 2006

Telepizza

Hoy he batido mi propio récord: llevado por mi amor a las ofertas, llamé a Telepizza para disfrutar de una de sus pizzas (fría), sus especialidades de pollo (heladas) y dos Coca-cola Zero por sólo 8,95. Y es que tardaron más de dos horas en traerme el pedido, mientras yo miraba el plato vacío con tristeza. Me dio tiempo de escribir cinco artículos, rascarme los huevecillos, leer el AS, tender la ropa y esnifar mis calcetines (de alguna manera tenía que entretener el hambre). Al final, desilusión, y es que me pasa como cuando voy a Burger King: las expectativas siempre son mucho mayores que el triste resultado final...

2 comentarios:

Svend dijo...

lo de telepizza es como la decadencia y caida del imperio romano. Si hace años podías fiarte más o menos de lo de "o lo tienes en 30 minutos o es gratis", como ahora no la pidas con unas horitas de antelación y tengas el microondas preparado para descongelarlo, vas listo. Y las excusas que te pone el panoli que te las trae son de los que invitan a la violencia. A pesar de repetir tres veces y deletrear la dirección y explicar con paciencia los ingredientes, opciones y extras, te traen cosas que nada tiene que ver con lo que tú encargaste. Hasta que no incluyan permiso para asesinar al repartidor si se retrasa más de 10 minutos (dirás que es fuerte, pero tú no has tenido niños hambrientos en casa) o derecho de pernada con la repartidora si está de buen ver, no vuelvo a pedir nada.
Menos mal que las pizzas del Lidl están cada vez más comestibles.

Mr. Hot Potato dijo...

Sabias palabras...