lunes, 2 de octubre de 2006

Ya es Navidad...

Ya tenemos aquí las fiestas navideñas, con sus bonitas tradiciones, como la lotería de Navidad. El domingo compré y vendí mis primeras participaciones de la temporada, y ya comenzó el largo proceso que acaba con un montón de papeletas en un sobre, y con la frase “al menos tenemos salud” después del sorteo. Es imposible escaparse del alud de boletos que te ofrecen en el curro, en el bar, en el campo de fútbol, en la peluquería, en el tanatorio. Mejor no resistirse y rezar para que toquen tres o cuatro pedreas que alivien las pérdidas. Porque los reintegros...¡Ay, los reintegros! ¿Quién se pega una excursión a una entidad bancaria situada en Quintou Pino Street para cobrar tres miserables euros?

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