miércoles, 22 de junio de 2005
Full Tension
Mira, como estoy perro, voy a reciclar un correo que envié a un par de amigas: “Los restaurantes paquistanís son fantásticos. Sea como sea la comida, siempre hay alguna cosa que despierta la curiosidad: generalmente es la televisión la que fascina, con sus programas musicales llenos de colorido. El pasado sábado, mientras gozaba de esta rica y especiada cocina, veía en la pantalla del local a un ballet que acompañaba a diversos cantantes, pero que en vez de estar compuesto por tipos musculosos y tipas con tipazo, estaba formado por señores barbudos con turbantes. El escenario era parecido a los que se usaban en el mítico programa setentero de TVE “Aplauso”. Las canciones no desmerecían a nuestro Camilo Sesto o al inolvidable Pedro Marín.
En este restaurante hacia un calor horroroso, sólo mitigado por un ventilador de dudosa utilidad. Hasta que descubrimos que poseían un aparato de aire acondicionado, que sólo pusieron en marcha cuando acabamos el segundo plato. Supongo que sería para que no nos fuéramos antes de pedir el postre y el café, extenuados por el calor. Una vez que los pedimos, lo apagaron. El fin justifica los medios.
En la televisión apareció de repente un presunto programa de humor: “Full Tension”. Estaba presentado por otro señor barbudo con turbante y por otro imberbe que llevaba en la cabeza una especie de cachirulo azul. Debían ser el equivalente a nuestro Cruz y Raya, porque el nivel de los “gags” era muy similar. Sí, efectivamente, no entendía ni papa de lo que decía, pero hay veces que no hace falta escuchar para darte cuenta de lo lamentable del programa. Los fondos eran cutres, el atrezzo era cutre, los presentadores eran cutres, las carátulas eran cutres. Parecía el programa de humor de Tele Colmenar Viejo.
La comida era excelente, y el entorno despertó nuestra curiosidad, como ya has visto. En resumen, fue una velada magnífica, que acabó coronada en un bar de copas en la que fuimos servidos por una camarera con un piercing tan roñoso en la lengua, que temimos que todos sus novios y amantes acaben poniéndose la antitetánica. Pero esa es otra historia…”.
En este restaurante hacia un calor horroroso, sólo mitigado por un ventilador de dudosa utilidad. Hasta que descubrimos que poseían un aparato de aire acondicionado, que sólo pusieron en marcha cuando acabamos el segundo plato. Supongo que sería para que no nos fuéramos antes de pedir el postre y el café, extenuados por el calor. Una vez que los pedimos, lo apagaron. El fin justifica los medios.
En la televisión apareció de repente un presunto programa de humor: “Full Tension”. Estaba presentado por otro señor barbudo con turbante y por otro imberbe que llevaba en la cabeza una especie de cachirulo azul. Debían ser el equivalente a nuestro Cruz y Raya, porque el nivel de los “gags” era muy similar. Sí, efectivamente, no entendía ni papa de lo que decía, pero hay veces que no hace falta escuchar para darte cuenta de lo lamentable del programa. Los fondos eran cutres, el atrezzo era cutre, los presentadores eran cutres, las carátulas eran cutres. Parecía el programa de humor de Tele Colmenar Viejo.
La comida era excelente, y el entorno despertó nuestra curiosidad, como ya has visto. En resumen, fue una velada magnífica, que acabó coronada en un bar de copas en la que fuimos servidos por una camarera con un piercing tan roñoso en la lengua, que temimos que todos sus novios y amantes acaben poniéndose la antitetánica. Pero esa es otra historia…”.
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1 comentario:
En los paquistanís seguro que se mean en las salsas mientras se cagan en los putos occidentales.
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