sábado, 14 de octubre de 2006

Anna de Codorniu

Uno de esos pequeños placeres que hace que la vida sea más agradable consiste en zamparse medio pollo a l’ast (bien doradito), con media botella de Anna de Codorniu. Eso sí, después necesitas dos horas para vaguear, porque hacer algo productivo justo después es bastante utópico. Lo mejor es ver alguna peli intrascendente en la tele, de esas que entretienen y no te hacen pensar sobre la insoportable levedad de la materia.

1 comentario:

Svend dijo...

eso no es vaguear, es alcanzar el nirvana....