Simulacro

Hace unos días coincidí en un plató con un tertuliano de esos que confiesan abiertamente, fuera de cámara, que el tema a discutir se la trae al pairo, que él está allí para crear polémica y animar el cotarro, y si hay que defender una cosa se hace, y si toca la contraria, también. Antes del rodaje era un tipo simpático, pero una vez el show se puso en marcha, te daban ganas de darle un sinfín de collejas. Es lo que tiene el maravilloso mundo de la tele, dónde todo es simulacro y todo sirve para entretener a los mandos a distancia con patas que están al otro lado de la pantalla para que no te abandonen por una canal con más luz y color.