El Rondo

El lunes me invitaron, de manera puntual, a participar en la tertulia deportiva televisiva “El Rondo”. Lo que más mal me supo fue no atacar las bandejas de canapés, dado que las sacaron antes de entrar en el estudio, y decidí que atracarme podía conllevar que luego me diera la modorra. Y eso de bostezar en directo como que no era lo suyo. Pero la abundancia y variedad de pijaditas era notable. E incluso miré con añoranza la botellita de whisky que había a disposición de los invitados. Pero decidí ser un buen chico. De mi intervención, pues no sé que deciros, me dediqué a dar voces, y tengo la sensación que no se me entendía mucho, dado el guirigay que se montó. Eso sí, la experiencia no estuvo mal.