viernes, 17 de marzo de 2006

Botellón

Barcelona se está convirtiendo en una ciudad muermo, en la que cada día es más fácil circular en bicicleta y más difícil tomar una copa con los amigos. El operativo policial desmesurado que ha montado en ayuntamiento para evitar el macrobotellón es una muestra más de como los políticos están alejados de la vida real. ¿Molesta que se monte una fiesta puntual en el Raval con miles de jóvenes concentrados? ¿Acaso no llevan los vecinos de Les Corts docenas de años padeciendo cada semana las molestias causadas por los partidos del Barça y no han prohibido los partidos? ¿No molestan los partidos políticos durante las campañas que dejan la ciudad hecha una mierda gracias a sus carteles, pegatinas y mitines en la calle? ¿Qué es demagogia lo que digo? Tal vez, pero una cosa es defender el derecho de los vecinos a dormir y otra muy diferente intentar evitar que en una ciudad mediterránea, con cultura de “vivir en la calle”, se quiere enclaustrar a la gente en los locales y en sus casas. Por otra parte, ¿no es más molesto un local nocturno que no reúne las condiciones adecuadas que un botellón? ¿Cómo, que hay dueños de locales que tienen “amigos” y que por eso no tienen problemas? Uy, que raro...

1 comentario:

Ireneu Castillo dijo...

Hace 20 años (20) que en Madrid me decían que Barcelona era un muermo. ¿No será que Barcelona ES así de muermo, guste a quien guste, duela a quien duela? No nos engañemos, Barcelona no es, ni será, la Costa del Sol.