lunes, 30 de enero de 2006

La gala de los Goya

Madre mía, que peñazo. Antonio Resines, que es un tipo divertido, estaba tan rígido por el guión, que parecía el Caudillo en su mensaje de Navidad. De Concha Velasco, poco bueno podemos decir. No tenía ninguna “chispa”. No sólo se ha hecho eterna por las más de cuatro horas que duró, ya que quien escribió el libreto de la misma merecería ser atado a una silla para ponerle los Greatests Hits de Josep Carreras, pero al revés, para que nos diga si hay mensajes satánicos. ¿Qué con el CD no se puede? Pues nos pillamos unos vinilos, coñe...

Banner y Flapi

Hoy me he acordado de estas dos malditas ardillas que me martirizaban las sobremesas con sus andanzas y con la estúpida canción que salía cuando ponían los títulos de crédito. Dios mío, la tengo ahora en mi cabeza... ¡Sal de ahí, hereje y no desgastes mis (dos) neuronas!

1 comentario:

Svend dijo...

je, je, je, voy a ser cruel:
yakiiii, yakiiii, el osiiiito nanananana