sábado, 18 de noviembre de 2006

Memorias alcohólicas (VIII): esos briks mágicos


Uno nunca fue de consumir en la calle vino o sangría en brik. Prefería ir a bares infectos con cervezas a buen precio, pero sí que compraba este tipo de envases para hacer sangrías colectivas en la facultad o en casa de colegas. Fui experimentando con diversas marcas, y es triste decirlo, pero el vino DIA era de lo más presentable después de experiencias con los ricos caldos de Roixela, Campo viejo o similares. Incluso la sangría DIA (ya sabéis que van cambiando de proveedor) hubo una época que era brillante y daba el pego. Las experiencias con vinos of great quality embotellados, como Elegido, L’Avi Miquel o Tres Erres no fueron mucho mejores. Incluso recuerdo haber probado la mítica marca El Baturrico, de la prestigiosa marca viñedos del litoral, que tenía su sede en L’Hospitalet City. Obviamente, no recuerdo haber visto cepas en tanta cantidad en esta ciudad...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es Nacho Juliá el de la foto, no?