Tras pasarme todo el fin de semana viendo películas en la televisión, me quedo con tres momentos estelares de mi orgía catódica: los maravillosos números musicales de My Fair Lady, sobre todo los protagonizados por el padre de Elisa/Audrey, los impagables momentos de diversión de Beetlejuice, y la moralina cutre y casposa, pero entrañable si uno la mira con distancia y con las neuronas alteradas, de las películas de Alfredo Landa. Me siento como nuevo tras tener mi momento asocial (favorecido por un leve resfriado) y abusar de mi mente viendo media docena de películas en un par de días. Ahora podré volcarme de nuevo en ser una persona civilizada que trata con la gente y conversa animadamente.
Tullamore Dew
Una reciente amistad, de esas que son entrañables, me descubrió los placeres de un whisky irlandés magnífico, Tullamore Dew. A pesar de mi pobreza material y de espíritu me gastaré mis escasos maravedíes en adquirir algunas botellas de este néctar celestial. Por supuesto, seguiré siendo un fan del Glen Grant, el Lagavulin y el Glenfiddich, pero guardaré un rinconcito de mi corazón para ese destilado maravilloso.
Seguiremos luchando
El Espanyol recibió un repaso en Riazor, y los chicos de Irureta nos metieron cuatro chicharros. No pasa nada, seguimos arriba, y hemos de seguir confiando en un equipo que nos ha dado muchas esperanzas y nos ha devuelto la ilusión.
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