jueves, 17 de marzo de 2005

Cayó Wyoming

El programa de Wyoming ha sido fulminado por baja audiencia. No lo siento en absoluto, porque era muy malo. Y es que cuando uno traiciona el noble oficio de bufón para convertirse en propagandista, se acaba pagando caro. Wyoming es un gran cómico, pero como apóstol del progresismo catódico es muy cutre. Vuelve a lo tuyo, que es el canalleo y la mala leche y verás como vuelves a triunfar.

¿Relax?

Leí en el diario gratuito Qué! los datos de un estudio de la empresa FootFall que asegura que los españoles cada vez más al centro comercial “a relajarse”. Se ve que hacer colas en los cajeros para sacar dinero, esperar veinte minutos para pagar, escuchar a los niños berrear mientras corren por los pasillos, no encontrar el coche en el monstruoso parking y tener que hacer otra cola para validar el ticket del mismo “relaja” a la gente. Pues me alegro, y que lo disfruten.

“Glamouroso” Labanda

No hay nada como ser vacuo y no decir nada para triunfar en los medios. El ilustrador Jordi Labanda se marcó las siguientes declaraciones en “exclusiva” para la revista Mujer 21, en las que presentaba su nueva línea de camisetas: “se trata de una colección diseñada para cubrir a la mujer de glamour moderno, dinámico y sofisticado; la camiseta es la prenda perfecta entre lo casual y lo chic, que nos transporta a un rincón escondido del mar Mediterráneo donde nunca se acaban las vacaciones”. O el redactor o redactora de turno tiró de una nota de prensa escrita por un publicista que abusó de los tripis, o Labanda simplemente es gilipollas, porque lo de “mujer de glamour moderno” y lo del “rincón escondido” es un ataque a la inteligencia de cualquier ser humano que posea más de dos neuronas en buen estado. Escojan ustedes.

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