viernes, 4 de marzo de 2005

Ese básquet guay…

Tras asistir el martes al Camp Nou para disfrutar del glorioso (snif, con que poco nos conformamos) empate a cero entre el Espanyol y el Barça tras noventa minutos de estar todos los jugadores blanquiazules debajo del poste, tuve la "dicha" de presenciar en directo la victoria de la sección culé de baloncesto ante el maligno Real Madrid. Siguiendo con mi política de no dejarles un duro a los del Barça, me lleve el bocata, la botella de agua, y una cosa que se llamaba "ambrosía de chocolate", pero que no era néctar de dioses, ya que por veinte céntimos tampoco se pueden esperar milagros. Cómo no tengo ni puta idea de baloncesto, no me enteré de nada, salvo que de vez en cuando entraba una pelotita en el aro. Cuando acabó, salí a buscar el coche, y al estar situado el Palau Blaugrana en el Triángulo Eróstico Barcelonés, disfruté de las miradas lascivas de un montón de travestis que deseaban mis pocos euros a cambio de unos minutos de placer equilibrista con el cambio de marchas en mis riñones. Decidí no aceptar sus ofertas y no ofrecer a ninguno que me acompañara hasta mi vehículo. De momento soy vulgar y no me abro a nuevas experiencias. Ya me llegará la crisis de los cuarenta...

Soy un desinformado

Hoy no he leído un maldito periódico porque me he pasado todo el día dando vueltas. ¡Vaya periodista de mierda que soy! En fin, mañana haré penitencia y tendré una sesión completa de Brunete Mediática, y atacaré el ABC, La Razón y El Mundo de una tacada. A ver como acabo…

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