Ciudad de vacaciones

¡What an illusion! Yendo por la autopista camino de Villarreal, dónde disfruté de una aplastante derrota del Espanyol (ya os detallaré a partir de mañana) vi de lejos las gruas y los edificios de Marina d'Or ciudad de vacaciones, el paraíso donde me gustaría vivir. Estar tumbado sobre una toalla al lado de una piscina llena de adorables niños y secretarias tostándose al sol es el sueño de mi vida. Tomar bombones helados mientras disfruto de su arquitectura vanguardista y de sus instalaciones sin par ha de ser la felicidad total. Cuando la palme, quiero que esparzan la mitad de mis cenizas aquí, mientras mis amigos cantan en mi honor el "Bellotero Pop" del mítico Fernando Esteso. Ya os diré dónde podéis lanzar la otra mitad de mi ceniza (no es en la taza del W.C, so cabrones).

Maldito combo

El viernes decidí tirar un euro, y jugué por primera vez al Combo de la ONCE. Naturalmente, no acerté un solo número, y ahora tengo encima de mi mesa un papelucho de color amarillo que me mira de forma estrella. Si... digo que me mira, porque sus siete círculos con números dentro son como ojos que me espían. Podría tirarlo, pero me da la sensación que opondría resistencia. Y allí sigue el cupón, mirando fijamente todo lo que hago.

Coca-cola saludable

Mola que la Coca-cola haya decidido no vender sus productos dentro de las escuelas para evitar que los tiernos adolescentes se vuelvan obesos. Ahora sólo falta que alguna franquicia de pulpo a la gallega y de empanadas de chorizo with berberechos ocupe su lugar, y que nuestros jóvenes sean gorditos, pero gracias a los productos de la tierra. ¡Cachelo power!

Coronitaaaaaaaaaaaaa

Estoy hasta los cojones del puto anuncio de la cerveza Coronita. Cada vez que Pepe Domingo Castaño empieza a gritar ¡Coronita! ¡Uh! me dan ganas de ponerle una cremallera electromagnética en la boca. Me da dolor de cabeza y produce sobrecarga en mi neurona. Y hay otra publicidad más horrible, con música teóricamente valenciana que dan ganas de pillar un fusil, ir a una hamburguesería, y fusilar a todos los dobles con queso y bacon.